¿Las monedas estables socavarán las monedas de los mercados emergentes?

Actualmente, la mayoría del comercio transfronterizo de monedas estables fluye desde las economías desarrolladas hacia los países emergentes, un cambio que podría dañar las monedas locales de estos países. Nuevos datos del Fondo Monetario Internacional advierten que la creciente popularidad de las monedas estables conlleva riesgos poco reconocidos.
Según el Fondo Monetario Internacional, las monedas estables han revolucionado los pagos transfronterizos al reducir la fricción y hacer que las transacciones sean más fluidas, especialmente en los países más pobres. El volumen total de comercio de monedas estables se ha más que duplicado en los últimos dos años a aproximadamente $ 312 mil millones. La aprobación de la Ley GENIUS aceleró esta tendencia: el uso de monedas estables en Estados Unidos aumentó de 6 mil millones de dólares en febrero a 10 mil millones de dólares en agosto.
Pero el aumento de la adopción ha tenido un enorme impacto en las economías en desarrollo. El FMI descubrió que los flujos de monedas estables entre las economías de mercados emergentes y en desarrollo representan actualmente la mayor proporción del mercado por valor, a diferencia de las transferencias transfronterizas tradicionales a través de sistemas como SWIFT, donde la mayor actividad ocurre entre economías avanzadas.
señal de advertencia
Las monedas estables respaldadas por dólares estadounidenses (que representan aproximadamente el 97% de todas las monedas estables en circulación) han aumentado su uso, especialmente en países que enfrentan una alta inflación como Líbano, Nigeria, Turquía y Argentina. Este tipo de sustitución de moneda, en el que empresas e individuos abandonan su moneda nacional en favor de una moneda extranjera, es una respuesta racional para empresas e individuos que operan en un entorno de inflación o inestabilidad económica más amplia.
Sin embargo, la afluencia de monedas digitales denominadas en dólares ha tenido la consecuencia no deseada de una mayor devaluación de las monedas locales. En el pasado, la llamada dolarización requería efectivo físico o cuentas bancarias denominadas en Estados Unidos. Hoy en día, las divisas pueden ingresar instantáneamente a la economía a través de Internet y los teléfonos inteligentes. Este cambio también reduce la capacidad de los bancos centrales nacionales para llevar a cabo una política monetaria eficaz, según el Fondo Monetario Internacional.
Esfuerzos regulatorios cooperativos
En general, existe una necesidad urgente de una regulación global más cooperativa del uso de monedas estables. La cuestión va más allá de proteger la capacidad de los países débiles para controlar sus propias monedas. En ausencia de estándares internacionales, los emisores han comenzado a aprovechar las oportunidades de arbitraje, aprovechando las brechas entre jurisdicciones al registrar monedas estables en regiones menos reguladas.
La Unión Europea ya ha tomado medidas en esta dirección, implementando la regulación de Mercados de Criptoactivos (MICA) a principios de este año. A la Unión Europea le preocupa cada vez más que el creciente dominio de las monedas estables respaldadas por dólares pueda exacerbar la dependencia de la región de las monedas y las empresas extranjeras.



