¿Quién se beneficia de la “reducción” de la cuenta principal por parte de la Reserva Federal?

En una propuesta que ha generado interés y preocupación, la Reserva Federal está explorando si los intercambios de criptomonedas y las empresas de tecnología financiera deberían tener acceso limitado a sus sistemas de pagos a través de una cuenta maestra “delgada”.
Actualmente, estas empresas dependen de bancos intermediarios que ya tienen cuentas maestras en el Banco de la Reserva Federal para procesar transacciones en su nombre. La Reserva Federal aceptará comentarios públicos sobre la propuesta hasta finales de enero.
El argumento más fuerte a favor de estas cuentas es que permitirán un proceso de aprobación más rápido, lo que permitirá que las transacciones se liquiden más rápido. Los pagos se liquidarán después de revisiones simplificadas y las salvaguardias implementadas por la Reserva Federal estarán diseñadas para reducir los riesgos para el sistema de pagos en general.
Útil en el comercio de monedas estables
En la Conferencia de Innovación de Pagos de octubre, el gobernador de la Reserva Federal, Christopher Waller, planteó la idea de cuentas delgadas como una forma de brindar a las empresas de servicios de pago un acceso más directo al seguimiento de pagos de la Reserva Federal. Estas cuentas son particularmente útiles para el creciente número de emisores de monedas estables involucrados en pagos transfronterizos.
Las plataformas fintech como Stripe o Block, que actualmente dependen de bancos asociados para acceder a los sistemas de pago, también podrían agilizar sus operaciones y el procesamiento de transacciones a través de estas cuentas.
Estas cuentas son pequeñas, no generan intereses y no tienen acceso a las líneas de crédito de la Reserva Federal. Sus saldos a un día también se limitarán a 500 millones de dólares o el 10% de los activos totales de la institución, lo que sea menor.
preocupaciones y desafíos
Tradicionalmente, la cuenta principal de la Reserva Federal ha sido dominio exclusivo de los bancos, que podrían perder negocios si se aprueba la propuesta, especialmente dado su papel de intermediario en el procesamiento de transacciones de monedas estables y fintech.
Además, los tiempos de compensación más rápidos generan preocupaciones sobre el fraude. Los críticos también han expresado su preocupación por el lavado de dinero, señalando que la propuesta no detalla salvaguardias específicas para evitar que las cuentas no se utilicen para actividades ilegales en instituciones no reguladas por la Reserva Federal.
Estas preocupaciones se alivian en cierta medida por el hecho de que la Reserva Federal mantendrá su discreción para imponer restricciones y controles de riesgo caso por caso. También puede requerir informes periódicos por parte del titular de la cuenta. Además, la propuesta limitaría las cuentas a liquidar las transacciones propias del titular, prohibiendo a las empresas proporcionar servicios de banca corresponsal o liquidar pagos en nombre de terceros.



