Si los reguladores priorizan la minería de bitcoin, podría alimentar a los Estados Unidos

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Las criptomonedas de EE. UU. Están entrando en una nueva era, ya que los formuladores de políticas a nivel federal y estatal consideran las reservas estratégicas de bitcoin (BTC) y, después de años de incertidumbre, aclaran la industria.
Solo en las últimas semanas, el presidente Trump anunció el establecimiento de una reserva nacional de bitcoin para la ejecución de la acción, mientras que la senadora estadounidense Cynthia Lummis propuso una legislación que recomendó el establecimiento de una reserva estratégica de bitcoins de EE. UU. A través del Congreso. Si se aprueba, mejorará la importancia de Bitcoin en los mercados financieros y generará confianza a largo plazo entre mineros e inversores.
Para la minería de bitcoin, este cambio representa una oportunidad crucial porque las regulaciones claras y consistentes pueden respaldar la innovación, atraer inversiones en la industria y promover un crecimiento sostenible.
Al crear un marco que equilibre la responsabilidad y la oportunidad, Estados Unidos puede consolidar su posición como líder global y garantizar que los sectores de minería y energía de Bitcoin prosperen. Durante este renacimiento regulatorio, Bitcoin permanece en el corazón de la discusión porque es la base del ecosistema criptográfico. Pero como la única prueba de trabajo de los principales activos, la infraestructura minera de Bitcoin ha puesto a toda la industria en sus raíces. Los mineros con claridad regulatoria son cruciales para la viabilidad a largo plazo del espacio.
Históricamente, los mineros no han sido claros según las regulaciones estatales y federales, pero Washington ahora ha adoptado un enfoque más intencional y ha girado hacia una supervisión y colaboración más estructuradas.
Un proyecto de ley construido alrededor de la Ley del siglo XXI (FIT21) ya está en progreso, con el objetivo de poner fin a la incertidumbre regulatoria y definir claramente el papel de la SEC y el CFTC. Al reemplazar la regulación reactiva con un marco estructurado, FIT21 (o una versión actualizada futura) tiene el potencial de proporcionar una estabilidad muy necesaria y ayudará a la industria a tener confianza.
Los proyectos de ley como la Ley Lummis-Gillibrand Pague Stablecoin y la Ley Genius de Hagerty Senator son un paso importante para integrar las estables en el sistema financiero. El proyecto de ley podría aumentar la liquidez en los mercados criptográficos, fomentar la inversión institucional y fortalecer el papel de Bitcoin como un activo de reserva para la economía digital.
Sin embargo, es crucial que sea crucial que los legisladores distinguen bitcoin de otros activos digitales, muchos de los cuales carecen de resiliencia y viabilidad a largo plazo. Las regulaciones reflexivas deben priorizar la importancia fundamental de Bitcoin y garantizar que las operaciones mineras reciban la claridad e incentivos necesarios para continuar fortaleciendo la red. Similar a las industrias emergentes en el pasado, como el viaje compartido, los estados lideran con el ejemplo.
Aunque las políticas federales aún se están formulando, muchos países individuales han utilizado la minería de bitcoins como una fuerza impulsora para la innovación energética y el desarrollo económico. 15 estados, incluidos Texas, Alabama, Arizona y Florida, han propuesto propuestas legislativas para crear una reserva estratégica de Bitcoin y reconocer su potencial a largo plazo como un activo financiero.
No todos pasarán, pero el evento es alentador. En Arizona y Utah, la legislación se ha llevado a cabo a través de canales de aprobación, lo que potencialmente establece un precedente para el papel de Bitcoin en las estrategias financieras estatales. Considere Bitcoin como un activo de reserva legal y las reservas en poder de oro y otros países y los momentos importantes de adopción institucional.
Las asociaciones público-privadas también juegan un papel crucial a nivel estatal. En Texas, los mineros de Bitcoin están trabajando con la Comisión de Confiabilidad de Electricidad de Texas (ERCOT) para estabilizar la red y ajustar su consumo de energía en función de la oferta y la demanda. Dicha colaboración demuestra cómo la minería se convierte en un activo en el sector energético y contribuye a la resiliencia energética en todo el país.
En Arkansas, los gobiernos locales tienen prohibido tratar los mineros de bitcoin de manera diferente a los centros de datos tradicionales. Montana aprobó un proyecto de ley similar para proteger a los mineros de la intervención del gobierno y dejó en claro que la industria “proporciona un valor económico positivo para las comunidades locales”. Estos esfuerzos reflejan la conciencia del papel de la minería de bitcoin en el crecimiento económico y fomentan una mayor inversión y desarrollo a largo plazo.
En las comunidades de todo el país, los beneficios económicos de la minería de bitcoin son tangibles. Gracias al negocio minero, las ciudades rurales y la creación de empleo están experimentando nuevas desarrollos de inversiones e infraestructura. Con el enfoque regulatorio adecuado, esta revitalización económica puede continuar, asegurando que la minería siga siendo el patrimonio neto de las comunidades locales mientras mantiene enfoques responsables para el uso de energía.
Los próximos años definirán el futuro de Bitcoin en los Estados Unidos. A través de una fuerte infraestructura energética, una mayor claridad regulatoria y un compromiso con el crecimiento sostenible, Estados Unidos tiene una oportunidad generacional de liderar. Los legisladores ahora tienen la oportunidad de desarrollar políticas que promuevan la innovación en lugar de matarla.
Al priorizar el papel fundamental de Bitcoin y garantizar que florecieran la minería, Estados Unidos se asegurará de que esté a la vanguardia de la economía criptográfica global.