Los reguladores del Reino Unido exigen un análisis más efectivo de los datos proporcionados por AI

Una de las ventajas clave de la inteligencia artificial es su capacidad para detectar anormalidades: el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, dijo que los reguladores bancarios no están completamente explotados.
Bailey pide más inversión en IA y análisis de datos, aunque muchos bancos centrales han invertido mucho en la tecnología.
Los reguladores señalaron que, en muchos casos, el modelo actual está generando muchos datos para que los reguladores se detengan, pero “no creo que podamos poner nuestras manos en nuestros corazones y decir que estamos usando todo esto mejor”.
Esta ineficiencia en los datos, incluso el uso de IA, ha expresado su preocupación de que las autoridades puedan tener “armas de fumar” bajo sus narices, como evidencia de fraude o lavado de dinero en instituciones financieras cuyas tareas se supervisan, no se pueden determinar.
Protección aparente de fraude
Con la adopción más amplia de la tecnología, los beneficios significativos de implementar la IA en la detección de fraude se vuelven más obvios.
Más de las tres cuartas partes de los encuestados dijo que la IA mejora los programas de detección de fraude y gestión de riesgos de las organizaciones, según la encuesta de FIS de líderes empresariales y tecnológicos. Como resultado, casi la mitad de estos líderes dijeron que sus empresas planean aumentar su inversión de IA en los próximos dos años.
Otro estudio realizado por el Banco de Liquidación Internacional (BIS) y el Banco de Inglaterra encontraron que los modelos de IA son una valiosa herramienta de detección de fraude incluso al analizar los pagos en tiempo real. La IA no solo es más efectiva que las defensas de fraude tradicionales para detectar actividades sospechosas, sino que también permite a las instituciones financieras descubrir nuevos patrones de fraude más rápido.
Resolver activamente este problema
Aunque la IA siempre ha cambiado el juego en la detección de fraude, también es una herramienta poderosa para que el fraude cometiera fraude.
Los malos actores pueden adoptar IA más rápido que la industria de servicios financieros porque no están sujetos a cumplimiento o requisitos reglamentarios.
Las instituciones financieras y sus reguladores a menudo se sienten abrumados por la cantidad de datos de la IA, inseguros de cómo procesar esta información o integrarla en sus operaciones cotidianas.
Muchos bancos y cooperativas de crédito también dudan de preocuparse de que la tecnología pueda producir falsos positivos, lo que puede aumentar la fricción del cliente y, por lo tanto, tener la libertad de controlar la detección de fraude.
Sin embargo, la creciente amenaza de fraude sugiere que los consumidores pueden estar dispuestos a tolerar falsas alarmas ocasionales a cambio de una protección más fuerte. Según la Universidad de Notre Dame, la mayoría de los consumidores permanecen en el banco si la institución apoya y protege activamente a las víctimas de fraude.