Las instituciones de la UE cuestionan los méritos del euro digital

El camino hacia la realización de un euro digital ha sido difícil, y muchas instituciones financieras europeas líderes se preguntan si una moneda digital del banco central (CBDC) puede aportar valor real a los ciudadanos de la UE.
Las discusiones sobre el proyecto comenzaron en 2020, cuando los legisladores exploraban formas de ofrecer a los consumidores de la UE alternativas digitales al efectivo. La iniciativa también apunta a abordar la creciente influencia de las monedas extranjeras y los sistemas de pago, incluidas las extensas redes globales establecidas por Visa y Mastercard.
En respuesta, varios bancos importantes de la UE han unido fuerzas para lanzar Wero, una pasarela de pago diseñada para permitir a los consumidores pagar a través de sus bancos en toda la región. Ahora, el mismo grupo de prestamistas, incluidos Deutsche Bank, BNP Paribas e ING, también han expresado su preocupación de que un euro digital pueda eventualmente socavar los sistemas de pago del sector privado como Wero.
camino accidentado
Este desafío es sólo el último en el difícil camino hacia un euro digital. Después de que el Banco Central Europeo (BCE) comenzara la fase de preparación de una CBDC hace dos años, se especuló que un euro digital podría lanzarse ya este año. Sin embargo, ese cronograma ha sido revisado y actualmente se espera que el programa piloto se lance en 2027, con un lanzamiento completo previsto para 2029.
A medida que el plan se retrasó, aumentaron las preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad. Dado que los gobiernos de la UE tendrán la capacidad de rastrear las transacciones realizadas con el euro digital, muchos estados miembros han cuestionado si los funcionarios podrían abusar de esta función para espiar a los ciudadanos.
La última interrupción del sistema del BCE, que dejó billones de euros varados y generó aún más dudas sobre la seguridad y confiabilidad del programa, ha aumentado las tensiones. Los países de la UE también han tenido dificultades para ponerse de acuerdo sobre detalles clave, incluido cómo emitir un euro digital y cuántas monedas debería permitirse tener a cada residente.
un tema controvertido
Una de las críticas más duras al euro digital es que es redundante. En una declaración al Banco Central Europeo, el grupo de instituciones financieras que apoyan a Wero argumentó que las CBDC replican en gran medida las soluciones privadas existentes sin proporcionar ningún valor adicional a los consumidores.
Si bien una moneda digital respaldada por el gobierno podría ofrecer ciertas ventajas, el largo proceso de implementación de un euro digital brinda a las empresas del sector privado tiempo suficiente para desarrollar un producto que podría hacer que una CBDC sea discutible.



